¡QUIERO MORIR!
¡¡QUIERO MORIR!!
¡QUIERO MORIIIIIIIIIIIIIR!
Persiste en mi cabeza... Aprendí desde bastante crío a intentar quitarles fuerza a esas palabras que aparecían sin pedirlas en mi vida. Pretendí eliminarlas definitivamente, borrarlas como hacía con un dibujo cuando me salía mal, pero por lo visto apreté demasiado el lápiz y han persistido hasta la madrugada de hoy. Son las 3:19 de este lunes; afuera todavía impera la oscuridad en todas partes. Se escucha algún ladrido en la lejanía y este mentecato al final tuvo que levantarse del catre a escribir, a plasmar lo que circulaba por su centro neuronal y no le dejaba continuar escapando de ese control.
¡QUIERO M...
...Vuelve;
y automáticamente mi mente piensa en la playa, en el romper de las olas en la orilla, y dejo de escribir un momento. Me centro en el gatito que tengo en mi regazo y que tiene ganas de jugar, le ofrezco mi mano y se pone a morder mi dedo... Me ayuda a descentrarme de aquel pensamiento automático. Observo cómo juega, cómo apacigua su energía en el juego, hasta que cae rendido en mi mano (envidio esa inocencia).
¡QUIERO M...
...Vuelve;
y automáticamente mi mente piensa en la playa, en el romper de las olas en la orilla, y dejo de escribir un momento. Me centro en el gatito que tengo en mi regazo y que tiene ganas de jugar, le ofrezco mi mano y se pone a morder mi dedo... Me ayuda a descentrarme de aquel pensamiento automático. Observo cómo juega, cómo apacigua su energía en el juego, hasta que cae rendido en mi mano (envidio esa inocencia).
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